Ya he dicho en otras ocasiones (por ejemplo, en este post dedicado a Finn y Jake) que me encanta ver con mi hijo Hora de Aventuras, El increíble mundo de Gumball o Historias corrientes. A pesar de lo que piensan grandes amigas de la blogosfera maternal (os dejo un cariñoso post que me dedicó Mama Full Time titulado Dibujos muy a la última), EN MI MODESTA OPINIÓN, son series ideales para niños que son niños, y no se conforman con ser proyectos de adultos. Aquí tenéis cinco razones por las que me encantan esos dibujos:
1. La amistad. Jake y Finn son amigos, Mordecai y Rigby son amigos, Gumball y su hermano-adoptivo-que-antes-fue-pez Darwin son amigos. Amigos de verdad, pase lo que pase, superamigos de la muerte para siempre. Sus relaciones no son ideales: los celos, la envidia, la vanidad, el egoismo… provocan peleas y desencuentros capítulo tras capítulo pero al final la amistad verdadera siempre vence.
2. Las aventuras. Los dibujos que vemos mi hijo y yo tienen la misma estructura que los mitos clásicos; cada capítulo está lleno de aventuras, y aventuras alejadas de la realidad, surrealistas, pobladas de personajes fascinantes que planean retos (y hasta problemas morales) al héroe. Me refiero a aventuras. no ir a buscar a un mono con botas a una montaña con la auyuda de un mapa y un mooochila. Además, hay música y vídeojuegos.
3. La rebeldía, la inseguridad y los culos. Los pedos, los mocos y los culos existen. En el universo infantil y en el adulto. La risa tonta y el sonrojo existen. En la realidad se mete la pata y los demás (no todos, algunos), si son niños, se ríen de ti en tu cara y, si son adultos, lo hacen a tu espalda. En la vida hay que superar el pudor que nos da hacer ciertas cosas y la vergüenza que acarrean los fallos y los fracasos.
4. Las canciones. Alejados de los cantajuegos y los chillidos de Dora, las canciones de, por ejemplo, Hora de Aventuras, son maravillosas. Igual me he pasado, pero a mí me encantan.
5. Ellas. Podéis decir que los protagonistas principales de estos dibujos son chicos, y tenéis razón. Pero son ellas son listas, divertidas y fuertes. Y desinhibidas. Marceline y la Princesa Chicle son mi favoritas. Para los que no lo sabéis, fueron pareja en el pasado, según desveló recientemente Olivia Olson, la mujer que pone la voz a Marceline. Ya se veía venir desde ese episodio en el que Chicle olía la camiseta de Marcelina. Así que un punto más a favor de esta serie para familias diversas.